A raíz de la continua falta de lluvia en los últimos años, como así viendo los perjuicios que está causando la carencia del recurso en las producciones, desde el Gobierno de la Provincia definieron la puesta en marcha de los mecanismos para declarar la Emergencia Agropecuaria.
En ese contexto se concretó una reunión entre el ministro de Producción y Desarrollo Sustentable, Martín de los Ríos, con referentes de entidades agropecuarias para conocer el impacto de la sequía tanto en la ganadería como la agricultura.
Entre los datos, la falta de precipitaciones ha puesto en una situación funesta al sector ganadero, sin dar lugar a la regeneración natural de pasturas y, por consiguiente, sin alimento para el rodeo.
En cuanto al sector agrícola, las siembras que se pudieron concretar solo alcanzan el 20% de la plantación proyectada a esta altura del año. Como si fuera poco, el sector limonero tuvo un año muy complejo por la caída de los precios en los subproductos, sumándose también ahora la sequía.
“Dimos unos días de plazo para ver si los pronósticos de lluvia se concretaban. Pero ya culminó la primera semana de enero y la situación meteorológica no se regularizó”, aseveró al respecto el ministro De los Ríos, tras el encuentro donde se definió poner en marcha los mecanismos previstos en la Ley Provincial 6.241 para declarar la Emergencia Agropecuaria en la provincia.
Por su parte el titular de la Sociedad Rural, Carlos Segón, compartió la gravedad del asunto. “Esta situación afecta a pequeños y medianos productores que se están desprendiendo de los terneros, realizando destetes precoces, etc. Y también a los feed –lots que tienen una rentabilidad muy negativa”, subrayó.
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