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Panorama político: Lo que dejó la visita de Rodríguez Larreta a Salta

En su primera visita como líder nacional de la oposición, el jefe de Gobierno porteño se empampó de la política salteña y empezó a mover el tablero de cara a las elecciones provinciales del 4 de julio. De anfitriones y una señal.


Salta es el primer distrito que desdobló el calendario electoral y adelantó los comicios provinciales para el 4 de julio. No habrá PASO y será una elección que sin dudas atraerá la mirada de la política nacional.

Pese al intento de provincializar las elecciones y circunscribir la discusión política a lo doméstico por parte de algunos dirigentes cercanos al gobernador Gustavo Sáenz, lo cierto es que las principales figuras del oficialismo nacional y la oposición empezaron a mover sus fichas en la arena política salteña, en vista de un calendario acotado y que además incluirá la elección de convencionales constituyentes para abordar la reforma de la constitución.

Mientras el Frente de Todos no logra consolidar su propio espacio a nivel local, Juntos por el Cambio pareciera haber picado en punta y tomar la iniciativa política para el armado electoral.

Tan importante serán las elecciones locales para las figuras nacionales que el propio jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, eligió Salta para su primera recorrida nacional.

Frente a las posiciones extremas de Mauricio Macri y Patricia Bullrich, el alcalde de la Ciudad de Buenos Aires se mueve con prudencia y amplitud. Su intención es liderar la superación de lo que fue la alianza perdedora de Juntos por el Cambio en 2019. Sabe que debe ampliar y renovar la base de sustentación electoral, que debe incorporar nuevos actores y mostrarse por encima del sectarismo y los extremos de la grieta.

En definitiva, Rodríguez Larreta sabe que si quiere ser presidente debe construir una nueva mayoría, y las mayorías no se construyen posiciones extremas. Quizás la mejor lección de esta máxima política fue la que dejó Cristina Fernández de Kirchner cuando eligió a Alberto Fernández: para construir una mayoría son más necesarios los dirigentes que tienden puentes y no los que dinamitan.

Lejos de las visitas relámpago que suelen protagonizar las figuras de primera línea cada vez que llegan a Salta, Rodríguez Larreta decidió desembarcar con una agenda cargada y tiempo suficiente para dialogar con todos los espacios afines para empaparse del escenario local.

Sin embargo, coincidieron los dirigentes que participaron de las varias reuniones, la anfitriona central de la comitiva porteña fue Bettina Romero. Naturalmente, a Rodríguez Larreta y a la intendenta salteña los une la gestión: se firmaron convenios de cooperación entre Salta y CABA, pero además se aceitó un vínculo clave entre dos ciudades que mantienen un fluido intercambio turístico, productivo, económico y quizás ahora también político.

La llegada del jefe de Gobierno porteño a Salta fue trabajada y diseñada prolijamente durante semanas. En la construcción de esa agenda, como podría esperarse, no estuvieron los diputados nacionales salteños de Juntos por el Cambio -Martín Grande, Miguel Nanni o Virginia Cornejo-, sino Manuel Chavarría, un dirigente de perfil más bajo, pero con mayor volumen de gestión política y comunicacional vinculando a Salta con Buenos Aires.

Chavarría trabajó en las campañas nacionales de Cambiemos y Juntos por el Cambio, pero también a nivel local fue promotor del espacio político que lidera Bettina Romero y logró hacerse con la intendencia en 2019.

Más allá de lo protocolar, la visita de Horacio Rodríguez Larreta deja pistas sobre por dónde pasará el armado electoral del espacio a nivel doméstico de cara al 4 de julio. Fotos sobran.


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