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Adiós a Jorge Oliver: un hombre que prestigió la vida


Se fue Jorgito. Nos va a hacer falta a todos. Justo en este año de pálidas y más pálidas.

Él, que nunca perdía la sonrisa: el gran Jorge Oliver. Él, de la pluma, la voz y de las palabras correctas.

Docente, investigador y periodista. El tipo agradable que caminaba por la calle disfrutando los días de sol, de laburo en laburo, amando cada cosa que hacía, valorando cada momento, saboreando cada paso.

Hombre que alternaba sus tiempos entre el jardín de casa, las aulas con sus alumnos y los estudios de radio y televisión. Hombre de lectura y cultivado, de cabeza abierta, que ayudó a otros tantos a expandir la propia.

Hombre de convicciones. Hombre de principios. Hombre de la igualdad, la libertad y la fraternidad. En tu twitter te divertías y te definías con justicia: «Irremediablemente utópico, eternamente idealista».

Hombre de los que hacen falta. Hombre de prestigio indiscutible. Valorado por todos, incluso por adversarios circunstanciales que nunca estuvieron a su altura.

Ayer a todos se nos estrujó un poco el pecho con la noticia que, ironía tuya seguramente, tuvimos que chequear hasta dos veces.

Un día me obsequiaste una boina blanca, la que usaste en el 83 cuando eras el presidente de la Juventud Radical y fuiste parte de la generación que recuperó la democracia para sus hijos. Vaya si no habrás sido un hombre valioso. Carajo, con lo que nos hacen falta ahora.

A pesar de las desilusiones y las frustraciones, nunca perdiste la esperanza, nunca perdiste el optimismo. Tu alegría era una convicción que contagiaba, hasta en las peores situaciones. Enseñaste a muchos a estudiar y trabajar, pero a muchos más les enseñaste a luchar, a no conformarse con un mundo egoísta, mezquino y amargado.

Hiciste del mundo un lugar mejor, más humano y libre para muchos.

Y también fuiste un defensor de la alegría, y por eso vamos a hacer el esfuerzo, te prometemos, de llorarte menos y disfrutarte más.

Un abrazo y hasta pronto querido amigo.

 

P/D: No nos podremos juntar a despedirte como se hubiese previsto, pero comparto un video de cuando presentaste tu libro «Sociedades Secretas y Revoluciones Suramericanas» e hiciste explotar de gente y amigos el Museo de Bellas Artes.


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