ajo la consigna «Cabildo abierto en defensa de la ciencia argentina», directores y directoras de institutos dependientes del CONICET de todo el país convocan a manifestarse hoy en contra del ajuste aplicado en ciencia y tecnología por el gobierno nacional. Habrá cabildos abiertos en varias ciudades del país además de Capital Federal (Olavarría, La Plata, Chascomús, La Pampa, entre otras).
La protesta se realiza luego de que, ayer, el Ministerio de Educación anunciara algunas buenas noticias para la ciencia que, sin embargo, lejos están de resolver el problema de fondo.
Los ejes de los reclamos se desprenden, justamente, del documento que se firmó en abril, en el que se proponían cuatro puntos que podrían funcionar como «plan de salvataje» del CONICET:
- Aumento de emergencia del presupuesto, con magnitud suficiente para garantizar el funcionamiento de los Institutos, el cumplimiento de proyectos aprobados y la actualización de los salarios y las becas.
- Prórroga de las becas de los jóvenes excluidos hasta la resolución del próximo concurso de ingreso a la Carrera del Investigador Científico. Este llamado debe contemplar un aumento sustancial en el número de vacantes a fin de revertir el deterioro sufrido en los últimos años y retomar una senda de crecimiento.
- La inmediata normalización del Directorio del CONICET con la designación de los miembros electos (Alberto Kornblihtt, por el área de Ciencias biológicas y de la salud, y Mario Pecheny, por el área de Ciencias Sociales).
- La restitución del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
En ese manifiesto, los directores de institutos resaltaban la importancia del desarrollo científico y tecnológico como «motor para el avance productivo y sociocultural de nuestro país» y para la «promoción del bienestar creciente del pueblo». Sin embargo, advertían que la ciencia argentina afronta «una profunda crisis producida por una política de desmantelamiento, expresada en una dramática reducción del presupuesto real asignado a las instituciones que componen el sistema científico nacional».
«Centenares de proyectos de investigación se encuentran hoy paralizados porque su financiamiento ha sido pulverizado. Una vez más, asistimos a la exclusión de jóvenes investigadores del sistema científico. En muchos casos esta situación conduce al éxodo de científicos altamente calificados, en cuya formación el Estado Argentino ha invertido importantísimos recursos, que son recibidos con los brazos abiertos por los países desarrollados. Los Institutos de investigación no cuentan con los fondos mínimos necesarios para su funcionamiento», alertaban.