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Alarma por dos casos de niños que murieron electrocutados


Un niño falleció tras tocar un tablero y un cerco electrificado provocó la muerte de una niña. La fiscala a cargo advierte que hay una falta de conciencia al hacer conexiones eléctricas.

Las muertes de un niño y una niña por electrocución ocurridas en los últimos días encendieron la alarma sobre la falta de control y medidas de prevención en casas y edificios.

Un nene de ocho años falleció el viernes pasado al tocar un tablero eléctrico en el grupo 480 de Castañares, en la zona norte de la capital salteña.

El hecho ocurrió alrededor de las 20.22 en el block B. Se supo que el chico había bajado del departamento hacia los juegos de la zona. En la planta baja, se encontró con amigos y aparentemente habría abierto el gabinete de electricidad del edificio, donde introdujo su mano. En el acto se descompensó, cayó al piso y no reaccionaba a ningún estímulo.

Los amigos del niño le avisaron a una vecina, una joven de 25 años, lo que había pasado. Ella junto con otro vecino le hicieron reanimación cardiopulmonar pero no lograron reanimarlo. En ese momento bajó la madre del chico, quien al llegar al final de las escaleras vio a los vecinos que le practicaban los primeros auxilios a su hijo, sin entender lo que estaba pasando. La mujer entró en shock.

El niño fue trasladado al Hospital Público Materno Infantil sin signos vitales.

Fuentes ligadas a la investigación sostuvieron que en este caso faltaba en el lugar la protección que podría haber evitado el fatal desenlace. Actualmente se investiga de quién es la responsabilidad sobre el gabinete.

Por una conexión irregular

El 3 de febrero, una niña de 10 años murió electrocutada en el barrio Mirador, en la zona sudeste. El hecho ocurrió por la tarde. Fuentes de la causa confirmaron que la niña murió de un paro cardiorrespiratorio por electrocución.

La nena, según describieron vecinos, jugaba abajo de un árbol y tocó un alambrado de una propiedad vecina que estaba electrificado a causa de una conexión muy precaria e irregular.

Se conoció que él o los responsables dejaron colgando un cable con electricidad que tocaba el cerco y no había disyuntor que cortara la corriente. Incluso un árbol cercano también estaba electrificado. En ese sector había estado jugando la niña.

Testigos describieron que la pequeña se «quedó pegada». El hermano intentó sacarla y lo tiró la corriente. Luego el padre logró separarla del alambrado, pero la niña falleció.

Fuentes de la investigación anticiparon que es inminente una imputación por la responsabilidad sobre el cerco electrificado.

Consultada por los casos, la fiscala penal 2 de la Unidad de Graves Atentados contra las personas en turno, Verónica Simesen de Bielke, manifestó: «Hay una falta total de conciencia cuando se hacen conexiones eléctricas. No hay controles estrictos».

Es que en ambos casos faltaron medidas de prevención o señalizaciones de advertencia. La fiscala recomendó a la población «contratar a electricistas matriculados, procurar la seguridad de las conexiones y asegurar los lugares que están en reparación».

Responsabilidades

Desde Edesa informaron que ambos casos están bajo investigación y que involucran instalaciones internas. «Sobre las instalaciones internas de los usuarios, no tenemos responsabilidad», aseguraron.

Al consultar sobre qué organismo realiza los controles, desde al empresa respondieron: «En realidad, el único punto de control es la habilitación eléctrica municipal que otorga la comuna al usuario cuando solicita un suministro».

Recalcaron que en el caso de un edificio, debiera ser el consorcio el que asegura que las instalaciones eléctricas sean las adecuadas.

También destacaron la importancia de la concientización y el cumplimiento de las medidas de seguridad eléctrica para evitar más tragedias.

Consorcios

En barrios con edificios, tanto de la zona sur como de la zona norte, hace años que los vecinos decidieron desarmar los consorcios por una cuestión económica y las consecuencias se visibilizan hoy: desde gabinetes de electricidad abiertos y paredes en mal estado, hasta basura y toda clase de residuos en caminos y veredas que ponen en peligro la seguridad de los ciudadanos, fundamentalmente de los más pequeños.

En tanto, autoridades de Salud recomiendan a la población, para prevenir el riesgo de electrocución en los hogares instalar un disyuntor automático y llave térmica, además de poner protectores de seguridad para niños en todos los enchufes que estén a su alcance.

Otros puntos importantes son enseñarles a los chicos los peligros de la electricidad, mantenerlos alejados de aparatos enchufados, cortar la corriente cuando se quiera hacer un arreglo eléctrico y tener en cuenta que las instalaciones eléctricas deben ser realizadas siempre por personal idóneo. También es importante usar correctamente los artefactos eléctricos.

Diario El Tribuno


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