Los inquilinos destinan el 41,48% de sus ingresos totales familiares al pago del alquiler de su vivienda, sin considerar otros gastos asociados como expensas, impuestos y tarifas de servicios públicos. Así se desprende de la última encuesta realizada por Inquilinos Agrupados que advirtió que desde que los propietarios deben hacerse cargo del pago de la comisión a la inmobiliaria, cada vez más contratos se firman sin intermediación alguna.
«Es el efecto que preveíamos cuando impulsábamos la ley. Cuando propietarios tuvieron que pagar la comisión, empezaron a retirar las viviendas de las inmobiliarias -afirmó Gervasio Muñoz, presidente de Inquilinos Agrupados-. Es lo más justo, el dueño que quiere contratar el servicio, que lo pague y el que no, que alquile directo».
En tanto el peso del alquiler en los ingresos familiares es todavía mayor entre los jóvenes y adultos mayores que deben destinar el 47,85% y el 44,18%, respectivamente, de sus presupuestos.
El peso del alquiler, merced de la desigualdad salarial por cuestiones de género, también es mayor en las mujeres ya que insume el 43,2% de sus ingresos totales frente al 38,36% que deben destinar los hombres.
Un dato alarmante que surge de la encuesta es la persistencia de una evasión impositiva multimillonaria que abarca a la inmensa mayoría del mercado inmobiliario. A pesar de que es una obligación legal de inmobiliarias y propietarios entregar una factura a cambio del alquiler, el 86,22% de los encuestados aseguró que no la recibe. Desagregando los resultados, el 55,48% recibe un comprobante de librería no válido como factura, el 17,29% paga por depósito o transferencia y se queda con el comprobante que emite la entidad bancaria, el 13,44% paga en efectivo y no recibe ningún tipo de comprobante y solo el 13,78% recibe una factura legal.