Julieta contó por Aries que el jueves 16 llevó a castrar a su perro y se lo devolvieron con la herida abierta. A causa de eso, sostuvo que la salud del animal empeoró y tuvo que ser internado.
El jueves último, el Móvil Quirúrgico de la Municipalidad se trasladó a barrio Santa Ana II, ocasión en la que Julieta llevó a su perro para que lo castraran. Al principio todo marchaba bien, hasta que según su relato, el animal empezó a sangrar.
León tiene un año y cinco meses, cruza labrador y chow-chow.
Continuando con su relato, Julieta dijo que luego de pasada la anestesia, a los 15 minutos aproximadamente se lo devolvió y le dieron las instrucciones para que le compre un collar isobalino, para impedir que se lama la herida.
«Se lo puse y a la tarde se le inflamó la herida», indicó, recordando que se puso en contacto al número de contacto que ofrece el móvil y la respuesta no la dejó conforme.
Ante este panorama, Julieta decidió llevar a León a un veterinario del barrio, quien le dijo que lo que le pasaba no era normal. Y desde entonces, lamentó que no cesaron las visitas al profesional al punto de que cayera internado.
Según le habría dicho el veterinario, a su mascota le dejaron restos, además de la herida abierta, lo que hizo que se infeccionara y perdiera sangre.
«El miércoles a la noche lo internaron, porque le agarró anemia y vomitó sangre», lamentó.
«Quiero que se hagan cargo del daño que le hicieron a mi perro, de los gastos, porque uno confía en la Municipalidad, no ponen profesionales en el móvil», cuestionó la joven.
Si bien reconoció que desde el área le dijeron que fuera al Hospital de Salud Animal y le advirtieron que no se harán cargo de los gastos, confesó que tiene temor por la salud de León, «no quiero que siga sufriendo», cerró.
Aries Online