La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó hace instantes el uso de la vacuna desarrollada por Johnson & Johnson contra el coronavirus. Se trata de la primera fórmula que no requiere un refuerzo después de la primera aplicación.
Al respecto, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, marcó desde un comunicado que “cada herramienta nueva, segura y eficaz contra el COVID-19 es un paso más hacia el control de la pandemia”.
La vacuna desarrollada por Johnson & Johnson contra el coronavirus demostró ser un 85% efectiva para la prevención de enfermedades graves, según los resultados del ensayo de fase 3. Los datos provienen de más de 44.000 voluntarios en los Estados Unidos, Sudáfrica y varios países de América Latina.
En el día de ayer la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) había recomendado aprobar la vacuna contra el coronavirus de una única dosis desarrollada por la compañía estadounidense.
La empresa, a través de su subsidiaria Jansenn, espera empezar a distribuir 200 millones de dosis a los países de la UE a partir del segundo trimestre.
Un estudio a gran escala que abarcó tres continentes reveló que la vacuna de J&J tiene una eficacia del 85% en la protección contra la enfermedad grave, las hospitalizaciones y la muerte.
Esa protección siguió siendo fuerte incluso en países como Sudáfrica, donde se han identificado variantes que, en principio, podrían ser más resistentes a las vacunas que hasta el momento han sido autorizadas, como la fabricada por AstraZeneca.
Previo a ello, el 28 de febrero la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) había hecho lo propio.
Estados Unidos acordó con Johnson & Johnson adquirir 100 millones de dosis de la vacuna antes de finales de junio. Con ese lote, sumado a las 600 millones de dosis ordenadas a Pfizer y Moderna, la potencia norteamericana tendrá para fines de julio suficientes vacunas para inmunizar a casi toda la población.
Los expertos en salud esperan que disponer de una vacuna de una sola dosis acelere los esfuerzos para inmunizar al mundo contra el COVID-19, especialmente teniendo en cuenta la llegada de nuevas variantes preocupantes en los últimos meses.