El silencio duró 25 años, pero el sacerdote católico Pierre Valkering le reveló al mundo que es un hombre gay. Lo dijo cuando rezaba misa en su parroquia de Ámsterdam, Holanda, por lo que su declaración disparó una verdadera polémica.
«Ha dicho en público que no ha respetado el celibato y se ha dejado llevar por otras libertades sexuales. Todo ello es incompatible con la Iglesia Católica», explicó el obispo de Haarlem, Jos Punt.
«Muchos clérigos son homosexuales y no quieren que nadie lo sepa. Por eso se revuelven contra ello», aseguró Valkering en su autobiografía titulada Ontkleed niet naakt staan («Al descubierto no estás desnudo»).
Ya lejos de la Iglesia de la Libertad, su parroquia en Ámsterdam, Valkering reconoció que rompió el celibato y que cayó en la «adicción al porno, las saunas y los locales nocturnos» en la doble vida que lleva desde que fue ordenado sacerdote, a los 33 años.
Valkerning reconoció que «el sacerdocio era también una vía de escape para no tener que vivir la homosexualidad» y rescató «el aspecto teatral de la liturgia, que es muy atractivo».