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Una salteña en la NASA: “Mi objetivo es ser astronauta”


La ingeniera biomédica Noel De Castro estudia la carrera de bioastronauta en el Instituto de Tecnología de Florida, aliado a la agencia aeroespacial de Estados Unidos.

Curiosidad, deseos, aventura, ir más allá de lo conocido, ciencia. Pueden ser muchas las motivaciones de una persona para viajar al espacio, pero entenderlo sería tan complejo como querer desvelar el sentido de la vida. Para Noel De Castro es simple. Siempre soñó con ser astronauta.

La salteña, de 26 años, no se quedó sólo con ese anhelo sino que emprendió el camino para concretarlo. Está estudiando para ser bioastronauta en la NASA. Es más, es la primera argentina en esa carrera que depende de la agencia espacial de Estados Unidos.

La joven se recibió el año pasado de ingeniera biomédica en la Universidad Favaloro de Buenos Aires e inmediatamente inició la búsqueda de continuar su profesión con temas relacionados al espacio.

Así llegó al Instituto de Tecnología de Florida, en Melbourne (al norte de Miami) donde hizo un curso de gestión y este año inició una carrera relacionada a su especialidad, en el área de Ciencias Espaciales de la institución que depende de la NASA. En esa misma ciudad se encuentra el Kennedy Space Center, que es donde se realizan los lanzamientos de cohetes y naves espaciales.

«Veo el cielo y la verdad es que me interesa saber más, conocer más, entender qué está pasando ahí y entender cómo el humano se puede mover ahí», contó Noel desde Melbourne, en una charla telefónica con El Tribuno.
Prácticas para el espacio

Días antes de la comunicación de Noel con este diario tuvo un entrenamiento en un simulador de vuelo aeroespacial. Fue una prueba de hipoxia, donde la llevaron a un estado de baja concentración de oxígeno para que pueda reconocer los síntomas fisiológicos frente a esa situación.

«La idea de este entrenamiento fue empezar a entender el cuerpo y realmente ver que síntomas te aparecen cuando estás en un momento de hipoxia. Te empiezan a bajar el oxigeno y al mismo tiempo tenés que manejar el simulador de un avión siguiendo las instrucciones de la torre de control», explicó.

Recordó que empezó a ver menos colores, sentir calor y tener una visión menos panorámica, entre otros efectos.

Todo eso es justamente lo que está estudiando: la parte de fisiología humana en el espacio y todo el equipamiento necesario para que los astronautas puedan viajar y para cuando vuelven.

«En general, la fisiología humana no es igual en microgravedad, de hecho uno de los problemas más grandes es el área cardiovascular y como ingeniera biomédica lo que puedo hacer, por ejemplo, es la parte de monitoreo, ver cómo el cuerpo reacciona en microgravedad, empezar a hacer equipamiento médico que pueda ayudar a contrarrestar todo lo que sufre el cuerpo estando allá y también cuando vuelven los astronautas del espacio», explicó Noel.

La especialización dura un año y requiere una tesis, pero su inquietud no se quedó allí: en paralelo comenzó a capacitarse como piloto de avión, para consolidar su camino rumbo al cosmos.

«Mi objetivo final es ser astronauta», insistió la ingeniera.

A mitad de este año también tiene previsto iniciar la maestra de Ciencias Espaciales, en el mismo Instituto.

El estudio de biología astronáutica es una de las maneras de llegar al espacio. En el mismo instituto de Florida también se puede seguir la carrera, por ejemplo, de Ingeniería de Vuelo, que se encarga de los viajes espaciales. Otra arista puede ser el estudio de química astronáutica, para mencionar algunas de las tantas formaciones que ofrecen en el centro de estudios de Florida.

Un mundo distinto

Según consigna en la web oficial del Instituto de Tecnología de Florida, el estudio de la carrera de Ciencias Espaciales en ese lugar está vigente desde antes de que el hombre piso la Luna por primera vez, en 1969. «Se ha establecido un estándar desde 1958, preparando exitosamente a los estudiantes para carreras de alta tecnología en las principales agencias espaciales, empresas de investigación y organizaciones gubernamentales», afirman en la página.

«El programa de maestría en ciencias espaciales incluye una amplia gama de campos relacionados con el espacio, incluida la astrofísica estelar y extragaláctica, la cosmología y el origen y evolución del universo, la interrelación solar-terrestre, la física de los rayos cósmicos y los exoplanetas», especifican.

De acuerdo a lo que se informa, los miembros de la facultad estadounidense son investigadores activos en tres áreas principales: física geoespacial, astronomía/astrofísica y ciencias planetarias. Entre otros beneficios, los estudiantes del programa de maestría en ciencias espaciales tienen acceso al Centro de Ciencias Físicas de Olin, que alberga el telescopio de investigación más grande del estado de Florida.

El Tribuno


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