Mientras naufraga en medio de las críticas sus intentos por sumar a amplios sectores de la oposición, el gobierno de Mauricio Macri resolvió extender la invitación a adherir a sus 10 puntos de consenso a la Iglesia, empresarios y gremios.
Tras la presentación de Sergio Massa y Roberto Lavagna de sus propios decálogos, en la Casa Rosada tomaron nota del error que significó haber presentado como un paquete cerrado el acuerdo a suscribir y ya se muestran dispuestos a introducir modificaciones.
«Todos tienen la capacidad de mirar puntos de coincidencia y hacer sus aportes» señaló este lunes el canciller Jorge Faurie. La decisión de sumar nuevos sectores se produjo luego de que el ministro del Interior, Rogelio Frigerio anunciara que convocarán también a la ex presidenta Cristina Kirchner.
Desde la oposición cuestionaron el carácter general de las propuestas que no ahondan en el «cómo» alcanzar esos objetivos y advirtieron que muchos de sus puntos fueron directamente dictados por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«El diálogo está cimentado sobre coincidencias básicas que se entiende que tienen que alcanzar a toda la sociedad argentina para que podamos mirar al futuro», dijo Faurie acompañado por su par de Desarrollo Social y Salud Carolina Stanley.
«Debemos generar consenso sobre las medidas que construyen la estabilidad que queremos para todos nosotros, para que podamos vivir mejor», dijo Faurie.
El responsable de la diplomacia argentina explicó que el diálogo está abierto, más allá de los dirigentes y gobernadores, a los referentes empresariales, sociales, sindicales y religiosos, al confirmar que en la reunión de Gabinete se habló de la convocatoria.
La semana pasada, consultado por el contenido de los diez puntos, Frigerio destacó entre las medidas de consenso «el equilibrio fiscal; la independencia de poderes; la seguridad jurídica; honrar nuestras deudas y nuestros compromisos; el federalismo; la transparencia en las estadísticas públicas; la integración inteligente de la Argentina al mundo».