El Gobierno ultima de los detalles para la presentación del último pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que será para un universo de gente muy inferior a los tres anteriores. Según confirmaron fuentes oficiales a LA NACION, serán unos 2.500.000 de personas los que recibirán el bono de 10.000 pesos, lo que implica una reducción de más de 6 millones de beneficiarios.
Los que mantendrían el beneficio son los jóvenes de 18 a 25 años -todavía en evaluación-, el grupo más golpeado por la falta de trabajo a raíz de la crisis económica que provocó la cuarentena, y las mujeres jefas de hogar sin empleo ni ingresos.
Así, quedarían fuera las personas que cobran la Asignación Universal por Hijo (AUH) -prestación que llega a los hogares de desocupados y trabajadores informales- y la Asignación Universal por Embarazo, monotributistas de las categorías más bajas y el personal de casas particulares. Todos representan al menos dos tercios de los actuales beneficiarios.
Con los números en rojo y en medio de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) -este martes llega al país la misión encabezada por Julie Kozack y Luis Cubeddu-, la Casa Rosada evalúa el impacto que tendrá el anuncio, que se realizaría en las próximas semanas. La decisión política ya está tomada: la última cuota del IFE se pagará en diciembre; el objetivo central es tener un fin de año sin conflictos sociales.