Durante el fin de semana, Italia se encontró en «zona roja» a lo largo de todo su territorio por los tres días festivos de Pascua. Sin embargo, las medidas restrictivas, que se esperaban que fueran solamente para Semana Santa, se extenderán hasta el 30 de abril.
La decisión fue tomada por el ministro de Sanidad italiano, Roberto Speranza, ya que durante los últimos el país no registró los descensos esperados en la curva de contagios. De esta forma, continuará la prohibición de salidas salvo por emergencia en las «zonas rojas», además de la clausura de gimnasios, restaurantes, cines y bares.
La prolongación de las medidas entrará en vigor a partir de este miércoles 7 de abril y también exigirá, tanto a italianos reingresantes como a turistas extranjeros, la presentación de test de coronavirus a 48 horas de la llegada al país como medida para desalentar la entrada de contagiados de otros países de la Unión Europea.
A su vez, en el comunicado publicado en la página web de la cartera sanitaria, se aprobó una nueva medida que obliga a inocularse contra el coronavirus a «comerciantes, profesiones sanitarias y trabajadores sanitarios que desarrollen su actividad en instituciones sanitarias públicas y privadas, estructuras sociales y asistenciales, públicas y privadas, farmacias, parafarmacias y despachos profesionales».
Sobre la vacunación contra el coronavirus, Lab24 informa en su registro a tiempo real que el país ya aplicó la primera dosis de la vacuna a 7.638.451 personas (12,81% de la población), mientras que fueron 3.443.161 (5,77% de la población) las que ya recibieron ambas.