ubo un tiempo antes de WhatsApp. Si. Los que tenemos treinta y pico y más podemos dar fe de esa afirmación. Y antes del chat que domina ahora en los celulares, el reinado de la mensajería digital le pertenecía a Microsoft, la empresa que creó y popularizó el MSN Messenger.
El servicio se estrenó el 22 de julio de 1999, aunque se rebautizó como Windows Live en 2005 y ocho años después dejó de existir, aunque dejó miles de recuerdos entre sus usuarios.
Formaba parte de los servicios ofrecidos por el portal MSN que incluían correo electrónico con Hotmail o un motor de búsqueda.
Tuvo numerosas versiones a lo largo de su historia. Junto con el lanzamiento de Windows XP vino la versión 4.6 (octubre de 2001), en donde se incluyeron cambios importantes en la interfaz de usuario, la capacidad de grupo de contactos y apoyo a la voz las conversaciones.
En 2003 apareció la versión 6.0, que supuso una revisión importante de la plataforma: actualizó su simple interfaz basada en texto incluyendo elementos personalizables como emoticones, avatares personalizados.
Messenger apostaba por la sencillez. Permitía crear una lista de contactos -a través de una dirección de correo electrónico- y, en un principio, se ofrecía la posibilidad de escribir texto plano. Con el tiempo se incorporaron nuevos formatos como los emoticones clásicos que hoy parecen los tatarabuelos de los emojis.
Pero en un contexto en donde una generación de usuarios mandaba mensajes de texto (SMS) a través de sus rudimentarios móviles, Messenger era como el servicio cool, moderno y vanguardista que permitió, incluso, inaugurar nuevos códigos de comunicación impulsados por esos iconos o las frases de perfil.
En esos mensajes había de todo, desde fragmentos de canciones, frases filosóficas, enunciados cargados de sentimiento.
Seguro más de un lector sabe de lo que hablamos.