En medio de la inflación más alta de los últimos 30 años, el Banco Central sumará un papel moneda de más denominación, con la imagen de Cecilia Grierson y Ramón Carrillo.
A pesar de la negativa del Gobierno a reconocer la devaluación del peso argentino, esta tarde el Banco Central de la República Argentina (BCRA), anunció que lanzará un nuevo billete con un valor de dos mil pesos. La entidad financiera, además destacó que se analiza la posibilidad de agregar a la familia de papeles moneda, otro de cinco mil pesos, probablemente para fines de este año.
Por ahora, la confirmación solo indica que el billete de $2.000, se pondrá en circulación recién en el segundo semestre del corriente año y contará con la imagen de Cecilia Grierson y Ramón Carrillo, referentes de la medicina argentina. El nuevo papel moneda cuenta, además, con la imagen de la fachada del Instituto Malbrán, en una de sus caras, ya que pretende ser un homenaje a la historia del avance de la ciencia y la medicina en nuestra región.
Si bien, el diseño ya existía desde hace varios meses, el Gobierno eligió implementarlo ahora para acelerar la puesta en circulación, “El nuevo billete, diseñado en colaboración con Casa de Moneda, conmemora el desarrollo de la ciencia y de la medicina en la Argentina”, explicó el Banco Central.
“En el anverso del billete estarán las figuras de Grierson y Carrillo y en el reverso del billete se representa al edificio del Instituto Nacional de Microbiología Dr. Carlos G. Malbrán”, sostiene el comunicado de la entidad oficial.
La incorporación del nuevo papel moneda se convertirá en el de más alta denominación, al menos hasta que se emita el de cinco mil pesos, en una economía con alta inflación, que cada día resta más poder de compra a los pesos.
De hecho, aunque Argentina cuente con uno de los billetes de más alta denominación en la región, actualmente el de mil pesos, también posee uno de las monedas más devaluadas. Ya que si lo comparamos en moneda estadounidense equivale a menos de tres dólares
Si tomamos en cuenta lo datos oficiales del BCRA, al 31 de diciembre pasado había en circulación unos 3.086 millones de unidades de mil pesos, en comparación a principios de 2022 en donde la cantidad de esa denominación en la calle era de 1.665 millones, es decir un 85% más de emisión de papeles.
Lo que se transforma en un gasto enorme para las arcas del Estado, ya que la constante impresión, traslado y puesta en distribución de los billetes, acarrea costos altísimos. De hecho muchas entidades bancarias privadas se quejaron por la gran dificultas que implica el movimiento del papel moneda.