El Ejército ucraniano ha difundido unas imágenes que definen como la segunda muerte provocada por un francotirador a más distancia de la historia. Según afirman, uno de sus tiradores de élite habría abatido a un soldado ruso a 2.710 metros de distancia.
Las imágenes muestran el visor térmico de un francotirador en el que se distingue la forma de un hombre, que cae tres segundos después de que la luz del disparo revele que la bala ha salido del rifle. Momentos después, una segunda forma se dirige hacia la primera pero también se desploma tras producirse un segundo disparo.
La hazaña, que no ha podido ser confirmada, dejaría como tercer disparo más lejano de la historia al del británico Craig Harrison, quien mató a dos combatientes talibanes a una distancia de 2.475 metros en la provincia de Helmand, Afganistán, en 2009.
Pero el récord absoluto lo sigue manteniendo un francotirador canadiense anónimo, que eliminó a un militante de Estado Islámico en Irak en 2017 que estaba a 3.540 metros de distancia.
El vídeo se ha viralizado y muchos usuarios de redes sociales han dudado de su veracidad ya que según exponen, la mayoría de los visores térmicos no habrían podido detectar a los soldados rusos a esa distancia.