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Analizan las contraprestaciones y el monto del sucesor del IFE

El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que llega a casi nueve millones de personas en todo el país, finalizaba el mes próximo con su tercer etapa.


El miércoles pasado, Alberto Fernández les anunció a los gobernadores que el IFE se extendería hasta agosto.

No obstante, distintos funcionarios nacionales dejaron entrever que esta asistencia de 10.000 pesos podría continuar unos meses más.

La funcionaria que más abonó esta posibilidad fue la viceministra de Gabinete de la Nación, Cecilia Todesca, quien admitió que se está analizando la continuidad del IFE, hasta que haya otro plan asistencia para desocupados.

Según señalaron desde la Casa Rosada, el IFE que se comenzó a pagar en junio pasado, permitió que más de dos millones de personas no cayeran en la pobreza, en los últimos dos meses.

«Uno de los peores errores que podría cometer sería sacar el pie del acelerador para la asistencia de distintos sectores. El IFE es una ayuda muy importante y debería continuar hasta que se recupere la economía o haya otro programa para desocupados», señaló Todesca, la segunda del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.

Aunque no dio precisiones, la funcionaria nacional mencionó que en el Gabinete Económico y Social que encabeza Santiago Cafiero se está analizando una asistencia universal para desocupados.

En este sentido, el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, días pasados, en una entrevista con el diario La Voz de Córdoba, también habló de la intención de generar una asistencia más universal para desocupados.

«El IFE es una asistencia de emergencia que llega a nueve millones de familias, que no puede ser permanente por la inversión que significa. Hemos detectado que este universo de beneficiarios del IFE hay alrededor de tres millones de personas que difícilmente consigan trabajo, una vez que haya pasado la pandemia. A ellos tenemos que llegar con una asistencia universal», argumentó Arroyo.

El responsable de la asistencia social de la Nación explicó que se está estudiando este programa, pero que exigirá una contraprestación. «Nosotros entendemos que el mejor plan social es un trabajo», argumentó Arroyo.

Por eso, más allá de que está en estudio, si hay un ingreso universal para desocupados, será con contraprestación. «Hay que capacitar a estas personas para que en algún momento puedan conseguir trabajo, porque la asistencia del Estado no puede ser permanente», agregó el ministro.


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