Tras haber cautivado a todo el continente con su fútbol de alto vuelo y la conquista de la Copa Sudamericana en 2014, el River de Marcelo Gallardo llegaba como gran candidato a la final de la Copa Libertadores 2015, tras haber sufrido por demás en la fase de grupo y en las eliminatorias previas.
Sin embargo, tras un 0 a 0 parejo en Monterrey, Tigres debía viajar a la Ciudad de Buenos Aires para hacer historia y convertirse en el primer club mexicano en ser el máximo campeón continental, donde se topó con un «Millonario» que no le dio lugar y sacó su mejor cara para tocar el cielo con las manos.
En la primera etapa, el juego se abrió a los 44 minutos con un gran cabezazo de un joven Lucas Alario, que recientemente había llegado al club desde Colón, y de ahí se adueñó de las acciones. En la segunda parte, llegó el desahogo en la fría y lluviosa noche en el Monumental, cuando Carlos Sánchez anotaba de penal el 2 a 0 y a 11 minutos para el final Ramiro Funes Mori sentenciaba la goleada.
Sin Gallardo en el banco, suspendido por la Conmebol, River volvió a gritar campeón de América luego de 19 años y también lo hizo ante su gente. En ese momento, conquistaba el tercer título e iniciaba el camino como el equipo más dominante en el continente hasta la fecha, con un ciclo que lleva seis años y contando.