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Durmió una siesta de 40 minutos y quedó ciego de un ojo


Un joven de 21 años relató el calvario que vivió tras haberse olvidado uno de los lentes de contacto puesto cuando se disponía a tomar un breve descanso.

Lo que pudo haber sido un percance habitual, para quienes utilizan lentes de contacto, concluyó en un verdadero sufrimiento para un joven oriundo de Estados Unidos. Mike Krumholz, de tan solo 21 años, se olvidó de quitárselos antes de irse a dormir a dormir una siesta y al despertarse, estaba ciego de un ojo.

Así lo dio a conocer en un video subido a la plataforma de TikTok, donde relató el calvario que vivió al percatarse del hecho. En un comienzo, pensó que el estado en el que se encontraba su ojo ─rojo e irritado─ se correspondía con una conjuntivitis.

Además, explicó la primera respuesta que le dieron los especialistas tras decidir realizar una consulta: “Encontraron en mi ojo el virus del herpes (o eso pensaron). Me trataron durante un mes entero por el virus. Me cansé de escuchar ‘este es solo un virus muy terco, pero se irá’”, escribió en la plataforma de origen chino.

Sin embargo, a pesar de los medicamentos y el acompañamiento médico, su ojo no mejoró. Por el contrario, el dolor incrementó. Después de más análisis, lograron darle un diagnóstico certero: “Recibí una llamada en la que me dijeron que tenía queratitis por Acanthamoeba”.

De acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, se trata de una “infección rara, pero grave del ojo que puede provocar una discapacidad visual permanente o ceguera”, la cual es producida por la ameba denominada Acanthamoeba.

El portal especializado Sleep Foundation, explica que no se aconseja dormir con esos lentes puestos, ya que se “aumenta el riesgo de una infección de la córnea, que es una infección de la capa transparente que protege la parte coloreada del ojo”.

En diálogo con el medio Daily Star, Krumholz explicó el estado en el que se encuentra su ojo: “La pupila está tapada. No tengo una en este momento. Eso se debe a que la córnea está muy nublada y a que la ameba (parásito) se ha comido gran parte de ella”, relató.

No obstante, espera poder recuperar gran parte de la visión y disminuir el dolor con un trasplante de córnea.


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