Para acceder a las viviendas los postulantes deberán tener ingresos familiares netos de entre $25.000 y $87.500, una antigüedad laboral de al menos un año y ser mayores de 18 años y menores de 55.
Los postulantes serán divididos en dos grupos: por un lado los que tengan el equivalente a dos y cinco sueldos mínimos (unos $25.000), que accederán al 70% de los créditos disponibles, y por el otro los que ganan hasta siete (con un tope de $87.500).
Se tendrán en cuenta la edad del postulante, cantidad de hijos que tenga, si tiene adultos mayores o familiares con discapacidad a cargo, o si es líder de un hogar monoparental También se contemplarán si hubo inscripciones previas al plan.
Los beneficiarios deberán abonar hasta el 10% de la propiedad elegida mientras que el Estado aportará un subsidio no reembolsable de hasta $674.000 a través de los bancos Provincia y Ciudad.
El tercer paso será el pago de un crédito a 30 años con una tasa en torno a 7,5% con una cobertura hipotecaria UVA como seguro en caso de una escalada inflacionaria.
La cobertura hipotecaria implica que los beneficiarios del plan pagarán 1,5% más en cada cuota mensual, pero ese porcentaje se reintegrará en caso de que el índice de inflación supere en un 10% al de variación salarial.