Hay actividades que simplemente no le gustan a algunas personas, incluso si se trata de algo muy específico, la psicología apunta a que las razones no necesariamente están relacionadas con alguna afección mental o rasgos de personalidad negativo.
Por el contrario, las investigaciones sobre el tema afirman que si alguien no disfruta del baile las razones pueden estar ligadas a la genética, la autoestima, la historia de vida e incluso el entorno cultural que lo rodea. Lo cierto es que guste o no, bailar tiene una serie de beneficios para la salud que nadie puede negar.
Qué significa que no te guste bailar, según la psicología
Según expertos, las personas a las que no les gusta bailar pueden presentar esta tendencia por experiencias personales. Como por ejemplo, no saber bailar bien. Un estudio publicado en la revista Nature Human Behaviour que realizaron los especialistas de la Universidad de Tennesse en EEUU, demostró que existe un componente genético que influye en la capacidad de sincronizar el cuerpo con la música.
Lo que revela este estudio es que hay personas que tienen una capacidad nata para coordinar los movimientos corporales con el ritmo y esto hace que disfruten de bailar. Los investigadores explican que lo que se hereda genéticamente no es el gusto por bailar, sino la habilidad.
Cuando no existe una habilidad nata para coordinar, la persona puede desarrollar una inseguridad que le haga difícil disfrutar del baile, ya que puede sentir que hace el ridículo. Esto pasa principalmente con personas que no son de confianza, ya que existe el miedo a recibir burlas.
Los beneficios de bailar para la mente
Bailar efectivamente tiene beneficios para la salud mental ya que libera endorfinas, tensión y genera dopamina. Entre las principales se destacan:
-Aumento del autoestima: dedicar tiempo a uno mismo fortalece la percepción personal y refuerza la confianza. Reconocer los propios logros, por pequeños que sean, ayuda a construir una relación más amable con uno mismo.
-Mejor memoria y concentración: mantener rutinas saludables, dormir bien y realizar ejercicios mentales estimula la atención sostenida y la capacidad de retener información, mejorando el rendimiento académico o laboral.
-Ayuda a combatir la depresión: incorporar hábitos que generen bienestar, como el movimiento, el contacto con la naturaleza o la expresión emocional, contribuye a equilibrar la química cerebral y a reducir los síntomas depresivos.
-Promueve la creatividad: liberar la mente del estrés abre espacio a nuevas ideas y perspectivas. En un estado mental más relajado, la imaginación fluye con mayor naturalidad y surgen soluciones más originales.