Cuando pelamos una naranja, nos encontramos con que hay una capa blanca que recubre los gajos de la fruta. A pesar de que mucha gente elige sacarlos y tirarlos, lo cierto es que esta parte tiene varios beneficios.
Esta “parte blanca” se la conoce como mesocarpio, que lejos de ser un desperdicio, tiene importantes nutrientes para las personas.
El mesocarpio es la capa blanca y esponjosa que queda pegada a la pulpa de la naranja después de sacar la cáscara. Aunque su textura puede resultar un poco amarga o fibrosa, es una fuente natural de fibra, vitaminas y antioxidantes.
Los expertos recomiendan no descartarla porque ayuda a mejorar la digestión, aporta sensación de saciedad y contribuye a regular el tránsito intestinal. Además, contiene flavonoides, compuestos que ayudan a proteger las células y a fortalecer el sistema inmunológico.
Beneficios de comer la parte blanca de la naranja
Aporta fibra: favorece la digestión y ayuda a prevenir el estreñimiento.
Contiene antioxidantes: protege las células del daño y refuerza las defensas.
Ayuda a controlar el colesterol: la fibra soluble del mesocarpio puede colaborar en la reducción del colesterol malo.
Prolonga la sensación de saciedad: ideal para quienes buscan controlar el apetito.
La próxima vez que peles una naranja, intentá dejar parte del mesocarpio adherido a los gajos. Podés comerlo junto con la fruta o incluso sumarlo a jugos y licuados para potenciar sus beneficios.