El Negro, ex defensor de 77 años, falleció este lunes tras estar semanas internado por una neumonía.
Dolor en el fútbol argentino: falleció Luis Galván, histórico jugador de Talleres de Córdoba e integrante fundamental de la Selección Argentina que se consagró por primera vez en el Mundial 1978 celebrado en nuestro país.
El defensor, nacido en 1948 en Fernández, Santiago del Estero, murió a los 77 años este lunes tras estar internado en la Clínica Reina Fabiola de la provincia de Córdoba a raíz de una neumonía.
La AFA lo despidió con un comunicado en su sitio oficial: “La Asociación del Fútbol Argentino, a través de su Presidente Claudio Tapia, lamenta el fallecimiento del defensor campeón del mundo con la Selección argentina en 1978, Luis Galván, y expresa sus condolencias a familiares y seres queridos”.
Galván, apodado el Negro, fue una de las piezas clave en el equipo de César Luis Menotti. Jugó todos los partidos y todos los minutos de la Copa del Mundo, y específicamente en la final frente a Holanda fue puntuado con un 10 por los diarios de la época.
La descripción de El Gráfico detalla: “La revelación del encuentro decisivo. No perdió una disputa de pelota, no rifó una sola salida, no comprometió ninguna situación, no se desacomodó nunca, no equivocó una sola intercepción, no hizo nada que no fuera exacto, seguro y perfecto”. Según uno de sus compañeros de aquella selección, Daniel Ranita Valencia, a Galván “deberían haberle puesto un 100” por su actuación.
Además de ser parte de la primera estrella, Luis Galván jugó el Mundial de España 1982. En total el defensor vistió la camiseta Albiceleste en 34 oportunidades.
La despedida de Talleres
Galván fue quien más veces vistió la camiseta de Talleres de Córdoba en su historia con 503 encuentros disputados en 17 temporadas (el primer ciclo entre 1970 y 1982 y el segundo entre 1986 y 1987).
El adiós de La T: “En el alma de Talleres hay nombres que se pronuncian con orgullo y con respeto. Nombres que marcaron el camino, que dejaron una huella profunda y que hoy nos duelen por su partida. Luis Adolfo Galván es uno de ellos. Un ídolo que se fue en silencio, pero que dejó una historia imposible de olvidar”.