Estados Unidos es el país más afectado del mundo por la pandemia y algunos estados comenzaron a flexibilizar la cuarentena y levantar así algunas restricciones para sus ciudadanos.
Georgia, Tennesee y Oklahoma dejaron que abran gimnasios, peluquerías, restaurantes, entre otros negocios que permanecieron cerrados en las últimas semanas. En la misma línea se manejaron Alaska y Texas, mientras que Colorado y Missisipi avanzan a una cuarentena no obligatorio, pero con recomendaciones de quedarse en el hogar.
Es así como este fin de semana -en medio de una ola de calor- las playas de California lucieron abarrotadas de gente. Según medios locales más de 40.000 personas acudieron el sábado a algunas playas, como la de Newport; un número que podría superarse el próximo fin de semana.
A comienzos de esta semana la junta de supervisores del condado de Orange votó a favor de mantener abiertas algunas playas y zonas al aire libre, aunque sus aparcamientos seguirían cerrados.
En contraste, las playas del condado de Los Ángeles, entre las que se incluyen las del famoso paseo de Santa Mónica y Venice, permanecen vacías por la insistencia de las autoridades locales de no relajar las medidas y de mantenerlas cerradas.