El conjunto español se agigantó desde los doce pasos y con definición de Gonzalo Montiel, volvió a gritar campeón en el Viejo Continente.
El Sevilla y la Roma se enfrentaron en Budapest por la gran final de la UEFA Europa League, en un encuentro repleto de mística y de jugadores argentinos. Por un lado, el conjunto español de Ocampos, Montiel, Acuña y Lamela, que no caen en finales de Europa League, mientras que por el otro La Loba de Paulo Dybala y José Mourinho.
El cruce comenzó con el equipo italiano tomando la delantera, con un gol de la Joya sobre el final del primer tiempo, el cual les dio la victoria parcial y la chance de ir al descanso con el marcador a su favor.
Pero esto cambió rápidamente en la segunda parte, con un tanto encontrar de Mancini que le dio el empate final a los dirigidos por José Luis Mendilibar.
Tras la igualdad en los noventa minutos, el encuentro se fue al alargue, donde pese a dominar el partido, la Roma no logró romper con la igualdad, por lo que todo se definió desde el punto de penal, donde la ventaja la tenían los españoles.
Finalmente, el Sevilla se mostró implacable desde los doce pasos, anotando los tres primeros penales, mientras que la Loba falló los dos primeros y anotó el último.
La definición quedó en los pies de Gonzalo Montiel, aunque Rui Patricio le atajó el disparo, pero al estar adelantado tuvo que repetirse la pena máxima. Nuevamente, el jugador que le dio la Copa del Mundo a la Selección Argentuna, cumplió, anotó y el Sevilla gritó campeón en la Europa League.