La medida adoptada por el Gobierno busca aliviar la presión cambiaria con el ingreso de dólares, pero al mismo tiempo podría implicar riesgos para el presupuesto.
El Gobierno concedió retenciones cero para granos, carnes bovinas y avícolas con el objetivo de incentivar liquidaciones del sector y aliviar la presión cambiaria. El costo fiscal estimado oscila entre USD 1.460 y USD 1.800 millones, dependiendo del volumen exportado y la composición de los productos vendidos.
La medida oficial implica que los derechos de exportación (retenciones) sobre granos, sus subproductos y algunas carnes avícolas y bovinas se reduzcan a cero hasta el 31 de octubre de 2025, o hasta que se registren Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) por USD 7.000 millones, lo que ocurra primero.
El costo fiscal estimado está sujeto a varios escenarios. El mismo podría oscilar entre USD 1.460 millones y USD 1.600 millones, si se cumple cierto mix de ventas de maíz y soja. En los casos más optimistas, si se logra una liquidación más alta con una mayor proporción de soja, podría subir hasta los USD 1.800 millones.
Varios factores podrían moderar ese impacto. El primero es la composición de los productos exportados: productos con alícuotas más altas como la soja generan mayor pérdida de recaudación. El otro es el volumen real que los productores liquiden: si no se liquida todo el stock disponible, el impacto será menor. También se menciona la incertidumbre económica post elecciones como un impedimento para decisiones de venta masiva.
El sector agropecuario reaccionó de forma mayormente positiva. Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina, destacó que “la retención cero para los granos es algo que venimos reclamando desde hace muchos años… la retención tiene un efecto totalmente contrario a lo que buscamos: perjudica la producción, restringe las inversiones…” Además, se amplía el beneficio al sector de carnes, lo que amplía el universo beneficiado.
No obstante, economistas advierten que la medida conlleva riesgos para el presupuesto. El recorte de ingresos podría afectar el cumplimiento de metas fiscales, así como presionar para revisar otras fuentes de ingreso o recortes de gasto. También señalan que si el dólar no responde como espera el Gobierno, la medida podría no generar los dólares suficientes para aliviar reservas monetarias y sostener la banda cambiaria.