En lo que nunca cesó como desconfianza sobre la fiabilidad de los datos que el gobierno de la República Popular China dio en los inicios y desarrollo del covid-19, para las últimas horas el redireccionamiento en materia de casos confirmados y muertes en la ciudad de Wuhan, parece haber dado un nuevo estímulo a esta postura.
Contemplando “retrasos, omisiones y errores” en el recuento de los casos como consecuencia de la alta demanda y circulación en hospitales es que finalmente en estas horas se dieron a conocer 1290 nuevos decesos, llevando el número de ese distrito a 3.869, en tanto que el nacional a 4632.
El número de casos confirmados en Wuhan aumentó también, considerando otros 325 y quedando en un total de 50.333 desde el comienzo del brote y trasladándose a un número oficial nacional de 82.692.
Lo cierto es que en lo que al brote del coronavirus respecta, la postura China generó dudas generalizadas desde un comienzo, partiendo por sospechar del tiempo transcurrido entre los primeros casos observados y aquel 31 de diciembre en el que informó a la Organización Mundial de la Salud de un cuadro de “neumonía de causa desconocida”.
Al respecto, el ministro de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, comentó: “Jamás hubo ningún ocultamiento y no autorizaremos ninguno. La respuesta de China a la epidemia es irreprochable”.
Según las autoridades de Wuhan, la distorsión en los datos obedece a su vez al pronto establecimiento de hospitales de campaña y la conversión apresurada de otros centros médicos en hospitales dedicados exclusivamente a la atención a enfermos de covid-19.
En varias circunstancias, estos centros no estaban correctamente vinculados a la red nacional sobre el coronavirus, por lo que los casos no fueron correspondientemente notificados.