El bombardeo estadounidense a instalaciones nucleares iraníes provocó un fuerte temblor en los mercados: el ecosistema cripto perdió medio billón de dólares en una semana.
El mercado de criptomonedas vivió una nueva jornada de fuerte retroceso tras la escalada bélica en Medio Oriente. El bombardeo de Estados Unidos a tres instalaciones nucleares en Irán reavivó las tensiones geopolíticas y desató una reacción inmediata en estos activos tan sensibles del sistema financiero global.
Este domingo, el Bitcoin cayó un 3,6% en 24 horas y perforó el umbral de los USD 100.000, cotizando a USD 99.600 a las 15:30 hora argentina. Se trata de la primera vez en más de un mes que la principal criptomoneda del mundo se ubica por debajo de ese valor simbólico. En la última semana, la caída acumulada es del 5,7%.
El impacto fue generalizado. Ethereum se desplomó un 9,1% en el día y 14% en la semana. XRP, por su parte, perdió 5,9% en las últimas 24 horas y 8,8% en siete días. BNB replicó la tendencia de Bitcoin, mientras que Solana retrocedió 6% en la jornada y 14,2% en lo que va de la semana. Solo las llamadas stablecoins, vinculadas al dólar, lograron mantenerse estables.
En apenas diez días, el mercado cripto perdió casi USD 500.000 millones de capitalización, con el total cayendo desde los 3,5 billones de dólares a los 3 billones, según datos de coinmarketcap. A pesar del derrumbe, el volumen operado en las últimas 24 horas se disparó hasta los USD 148.300 millones, un aumento del 89,8% respecto al día anterior, lo que refleja una fuerte inquietud de los inversores.
El detonante geopolítico
La ofensiva militar de Estados Unidos elevó el riesgo regional. La respuesta iraní no tardó en llegar: el Parlamento del país persa recomendó cerrar el estrecho de Ormuz, un paso clave para el comercio mundial de petróleo y combustibles. La decisión quedó en manos de la Guardia Revolucionaria. En ese contexto, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, advirtió que cerrar el estrecho sería un “suicidio económico” que también afectaría a países como China.
Desde el primer ataque israelí del 13 de junio contra objetivos militares iraníes, el mercado cripto venía reflejando una elevada volatilidad. Aunque en los días siguientes el repunte del Bitcoin había alimentado la esperanza de una contención del conflicto, el ataque directo de Estados Unidos disipó esa expectativa y precipitó una ola de ventas masivas.
Golpe al “sentimiento cripto”
La caída por debajo de los USD 100.000 representa un revés psicológico para los inversores. Desde la victoria electoral de Donald Trump en noviembre de 2024, el Bitcoin había vivido una etapa de euforia, impulsado por políticas pro-cripto, la expansión de los ETF de criptomonedas y el ingreso de fondos institucionales.
En mayo, la criptomoneda tocó un pico histórico de USD 110.352, y el 9 de junio casi lo repite al rozar los USD 110.295. Sin embargo, la amenaza de una guerra comercial global con la imposición de tarifas recíprocas en abril había provocado una baja transitoria a USD 75.000, de la que luego se recuperó con fuerza.
Hoy, en cambio, la incertidumbre geopolítica volvió a sacudir los cimientos del mercado. Las amenazas del régimen iraní, el rol de los hutíes y el temor a una expansión del conflicto influyen directamente en la percepción de riesgo, en un mercado acostumbrado a moverse en tiempo real.
Además, el comportamiento de Bitcoin se mantiene correlacionado con el índice Nasdaq y las acciones tecnológicas, lo que confirma su integración al ecosistema financiero global. El desplome actual refleja, más allá de la volatilidad propia de los criptoactivos, la sensibilidad del sector a los vaivenes de la política internacional.