El conjunto comandado por Matías Lucuix derrotó 3-2 a Francia y accedió a la final, donde buscara su segunda estrella frente a Brasil, que anteriormente tachó a Ucrania con el mismo resultado.
¡Argentina finalista! Por tercer Mundial consecutivo el conjunto albiceleste llega a la instancia decisiva en el certamen mundialista, teniendo como antecedentes el título conseguido en Colombia 2016 y el subcampeonato en Lituania 2021. Ahora se suma la final en Uzbekistán 2024, confirmando así que Argentina es una potencia moderna en el futsal.
Francia era el rival a vencer en semifinales (si, otra vez ellos) donde el equipo de Matías Lucuix se impuso por 3-2 de manera casi agónica y muy sufrida en los minutos finales. Ahora, el domingo Argentina irá en busca de su segunda estrella en esta disciplina y definirá el título ante Brasil.
Desde el vamos, Argentina fue mucho más efectiva que su rival en cancha, porque tuvo las dos ocasiones más claras en la primera parte de juego: el penal canjeado en gol por Kevin Arrieta y una buena jugada individual de Claudio Borruto quien remató al segundo palo para la llegada de Claudino.
En el medio de ambas jugadas, Francia lo había empatado de manera transitoria con un remate fuera del área de Menéndez, que tuvo un pequeño desvío y que Nico Sarmiento no pudo llegar a desviar con sus manos.
El equipo de Lucuix hizo gala de su buena presión ofensiva, pero también sufrió por momentos en defensa, de hecho, en un córner ejecutado por los europeos al segundo palo, que terminó con un remate al travesaño, picó en la línea y que en un momento se pensó que fue gol. Pero el VAR determinó que la pelota no había entrado en su totalidad, preservando la ventaja parcial para el elenco sudamericano.
De todas maneras el 2-2 llegó en la segunda parte, donde Argentina se refugió (bastante) atrás ante los ataques muy voraces de los franceses en su búsqueda por igualar el marcador y forzar la prórroga, pero otra vez, con un bombazo fuera del área, el arquero Sarmiento dio un rebote al medio y dejó servido el empate en los pies de Touré.
A partir del 2-2, se vio la esencia de este deporte: mezcla de emociones, pulsaciones del corazón a mil y el encuentro que se fue calentando poco a poco y se hizo más abierto, de ida y vuelta.
A pesar del clima dentro de la cancha, Argentina volvió a crecer en los minutos finales, donde Francia empezó a acumular faltas y llegado a la sexta (Argentina se quedó en la quinta, al límite) el árbitro sancionó tiro-libre penal, que Kevin Arrieta canjeó por gol a tres minutos para el final. 3 minutos que fueron para el infarto, pero que la albiceleste resistió muy bien, a pesar de que los franceses usaron un quinto jugador (el arquero pasa a ser un jugador de campo, dejando el arco totalmente libre) y que gracias a eso, Argentina casi grita el cuarto tanto, con la bocha que pegó en el palo.
Pero nada pudo torcer el destino, y cuando el juez pitó el final, las celebraciones estallaron dentro del campo de juego. Ahora, el partido decisivo, frente a Brasil el domingo a las 12:00.