El país europeo atraviesa una temporada invernal marcada por un incremento excepcional de casos de gripe con síntomas similares a los del Covid 19.
El Reino Unido enfrenta una temporada invernal marcada por un incremento excepcional de casos de gripe, atribuidos a la variante subclado K del virus H3N2.
Esta situación generó una saturación hospitalaria, el cierre temporal de establecimientos educativos y la implementación de recomendaciones preventivas, según lo informado por The Guardian. Los ingresos relacionados con la gripe en Inglaterra alcanzan un promedio diario de 1.717 personas, con 69 en cuidados intensivos, cifras récord para este período.
La variante presenta una deriva genética que aumentó su transmisibilidad y severidad, con un índice de reproducción (R) de 1,4, superior al de otras cepas, según especialistas citados por Mirror. El bajo nivel de inmunidad en la población británica, tras varias temporadas con escasa circulación viral, intensifica el impacto sanitario.
Los síntomas reportados por los afectados incluyen fiebre, tos, congestión nasal, dolores corporales, vómitos y diarrea, presentándose en diversos casos de forma más prolongada y severa.
El director ejecutivo de NHS Providers, Daniel Elkeles, señaló a The Guardian que el inicio anticipado de la temporada gripal y la elevada circulación de esta variante agravaron la situación en los centros de atención. Aunque el riesgo individual de enfermedad grave no aumentó significativamente, la magnitud del brote está generando una sobrecarga considerable en toda la red hospitalaria.
La dinámica educativa se vio severamente afectada. BBC informó que diversos establecimientos escolares debieron suspender temporalmente sus actividades, como la escuela St Martin’s en Gales del Sur, que interrumpió sus actividades ante la ausencia simultánea de más de 250 estudiantes y personal docente. Referentes educativos como Elaine Bown en Leeds manifestaron a la BBC que no existen antecedentes recientes de una temporada con tal nivel de ausentismo por enfermedad.
Ante este panorama, las autoridades reforzaron las recomendaciones sanitarias, como el uso voluntario de mascarillas para quienes presentan síntomas respiratorios, e intensificaron la campaña de vacunación antigripal. La incidencia de la gripe H3N2 es especialmente alta entre niños y adolescentes, donde el 36,25% de los menores de 5 a 14 años que accedieron a pruebas PCR resultaron positivos.