La “Academia” aprovechó su buen arranque, resistió la remontada de los dirigidos por Marcelo Gallardo y, con un gol sobre la hora de Martirena, se metió entre los ocho mejores del torneo.
El Cilindro de Avellaneda recibió quizás el partido más esperado de esta instancia. Un River golpeado, que llegaba habiendo perdido seis de sus últimos ocho partidos por el campeonato, buscaba cortar su mala racha visitando a la “Academia”, que tras algunos buenos resultados logró clasificarse a la próxima Copa Sudamericana, aunque sigue soñando con salir campeón y meterse en la próxima Copa Libertadores.
Los dirigidos por Gustavo Costas golpearon temprano, a los cuatro minutos de iniciado el partido Gabriel Rojas envió un gran centro que Santiago Solari, ganándole en el juego aéreo a Lautaro Rivero, conectó de lleno para hacer delirar a todo el estadio.
Tras un primer tiempo con poco del “Millonario” y con el conjunto de Avellaneda intentando controlar el resultado y el desarrollo del partido, sostenido además por un gran Facundo Cambeses, en el complemento Marcelo Gallardo movió el banco e hizo ingresar a Juan Fernando Quintero e Ian Subiabre. Dos cambios que fueron clave, ya que pocos minutos después de entrar, ambos participaron de una ráfaga de goles de River. Primero, Subiabre venció a Cambeses con un remate potente. Apenas dos minutos más tarde, el colombiano marcó un golazo desde afuera del área para dar vuelta la historia.
La remontada
Pero la alegría le duró poco al “Millonario”. Menos de diez minutos después, Martínez Quarta desvió un remate de “Toto” Fernández, lo que descolocó a Armani y se transformó en el empate del equipo de Avellaneda.
Con el partido ya en tiempo agregado y cuando parecía encaminarse al alargue, a los 93 minutos y tras una serie de rebotes en el área, el uruguayo Gastón Martirena empujó la pelota ante el arco vacío para sellar la clasificación de Racing a los cuartos de final, donde enfrentará al ganador entre Unión de Santa Fe y Gimnasia de La Plata.