Los datos son consecuencia de la caída del consumo, el atraso cambiario y el récord de importaciones de productos terminados.
La industria textil argentina atraviesa una crisis profunda. En el reciente Congreso Pro Textil 2025, los industriales hicieron públicos los números que muestran el impacto: la caída del consumo interno, el atraso cambiario y la masiva entrada de productos importados golpean con fuerza al sector local. Como resultado, entre diciembre de 2023 y junio de 2025 se perdieron 11.500 empleos registrados y 380 empresas cerraron sus puertas.
La producción también sufre. El informe sectorial señala una caída del 14,5% respecto al período anterior, con utilización de capacidad instalada en niveles históricamente bajos. “El consumo real no se recuperó y los precios internos quedaron desfasados frente al aumento de los costos en dólares”, explicó Priscila Makari, directora ejecutiva de Pro Tejer.
Uno de los factores más críticos es el récord de importaciones de productos terminados que ingresan a precios muy bajos, muchas veces con valores FOB por kilogramo históricamente bajos. Según el informe, las importaciones del rubro crecieron un 32% interanual entre enero y agosto de 2025, con nuevo ingreso masivo de indumentaria que presiona a las empresas locales.
Los empresarios reclaman medidas urgentes para nivelar la competitividad. Luciano Galfione, presidente de Pro Tejer, advirtió que el país está “yendo a contramano del mundo” si no protege a su industria frente a políticas que liberalizan importaciones sin contrapartidas. “Competir nos hace mejores, pero debemos competir en igualdad de condiciones”, sostuvo.