El ataque militar, que acabó con la vida de 11 personas, se dio en un contexto de alta tensión por el despliegue de tropas estadounidenses en la región.
Durante una rueda de prensa en el Despacho Oval, Donald Trump notificó: “Acabamos de disparar a un barco que transportaba drogas… Estas vinieron desde Venezuela… lo hemos eliminado.” Resaltó la magnitud del tráfico: “Tenemos muchas drogas entrando a nuestro país… están viniendo muy fuertemente desde Venezuela.”
Además, el presidente de Estados Unidos aseguró que “el ataque resultó en la muerte de 11 terroristas. Ninguna fuerza estadounidense fue herida en esta operación” y advirtió que el accionar militar es una advetencia para cualquiera que quiera ingresar drogas al país”.
Por su parte, el secretario de Estado, Marco Rubio, reforzó el mensaje a través de X (antes Twitter): “Como acaba de anunciar el presidente…, hoy las fuerzas militares estadounidenses realizaron un ataque letal en el sur del Caribe contra una embarcación de drogas que había salido de Venezuela y estaba siendo operada por una organización narcoterrorista designada.”
Se trata del primer ataque militar directo de EE.UU. reportado en la región desde que se ordenó el despliegue de una flotilla (incluyendo destructores y submarinos) en aguas cercanas a Venezuela, como parte de una estrategia antidrogas de alta tensión.
La ofensiva se enmarca en un ambiente de confrontación creciente entre Washington y Caracas. En respuesta al despliegue militar, el presidente Nicolás Maduro declaró que Venezuela se encontraba en estado de “máxima preparación”, advirtiendo que respondería ante cualquier agresión —y tildando al operativo de una amenaza directa —.