En medio de reclamos por corrupción, el Poder Ejecutivo intervino la Agencia Nacional de Discapacidad y está sometiendo sus contratos a una investigación exhaustiva tras revelarse audios que comprometen a funcionarios cercanos.
El escándalo político que terminó de desmoronarse esta semana en el Gobierno se originó con la filtración de audios grabados por Diego Spagnuolo, exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), que aluden a un sistema de recaudación ilícita en la compra de medicamentos para personas con discapacidad.
Tras la difusión de las grabaciones —que habrían sido grabadas hace más de un año y fueron editadas con precisión—, el Ejecutivo actuó con rapidez: removió preventivamente a Spagnuolo de su cargo, intervino la agencia bajo la órbita del Ministerio de Salud y ordenó una auditoría integral de todos los contratos vinculados al organismo
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue el encargado de dar explicaciones en su aparición pública. Defendió el accionar oficial y sostuvo que confía en que la auditoría arrojará claridad sobre el verdadero alcance de los hechos, y advirtió que, si se confirma la existencia de coimas, “lo vamos a hacer mierda”.El escándalo político que terminó de desmoronarse esta semana en el Gobierno se originó con la filtración de audios grabados por Diego Spagnuolo, exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), que aluden a un sistema de recaudación ilícita en la compra de medicamentos para personas con discapacidad.
Tras la difusión de las grabaciones —que habrían sido grabadas hace más de un año y fueron editadas con precisión—, el Ejecutivo actuó con rapidez: removió preventivamente a Spagnuolo de su cargo, intervino la agencia bajo la órbita del Ministerio de Salud y ordenó una auditoría integral de todos los contratos vinculados al organismo
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue el encargado de dar explicaciones en su aparición pública. Defendió el accionar oficial y sostuvo que confía en que la auditoría arrojará claridad sobre el verdadero alcance de los hechos, y advirtió que, si se confirma la existencia de coimas, “lo vamos a hacer mierda”.
El contenido de los audios resulta explosivo: Spagnuolo acusa directamente a Karina Milei y al subsecretario Eduardo “Lule” Menem, señalando que recibirían un porcentaje del 8% que cobraban los proveedores a cambio de contratos, de los cuales un 3% iría al entorno presidencial
Paralelamente, la causa judicial ya abrió la fase pericial: el juez Sebastián Casanello ordenó 14 allanamientos, incautaciones y secuestros de teléfonos, sobres con dinero, documentación y objetos clave en la investigación. El empresario Emmanuel Kovalivker, vinculado a la droguería Suizo Argentina —sospechada de canalizar las coimas—, fue sorprendido con 266 mil dólares y 7 millones de pesos en un operativo en Pilar.
En tanto, fuentes legales y políticas consultadas señalaron que, si bien no hay pruebas contundentes aún, el peso de los audios y la presión mediática podrían derivar en consecuencias graves para la cúpula del Gobierno, en pleno año electoral
Desde el Congreso, la oposición ya exige que se informe de manera pública sobre los contratos revisados. El abogado Gregorio Dalbón ya presentó ante la Justicia una denuncia por presuntas maniobras de cohecho, administración fraudulenta y negligencia, que involucra a Milei, a su hermana Karina, al subsecretario Menem y a Kovalivker como posibles responsables.
La auditoría sumaria, prevista como prioridad por el Gobierno para contener el escándalo, busca determinar si los contratos fueron sustentables y transparentes o si existió un circuito sistemático de pagos ilegales. Fuentes oficiales aseguran que la investigación “no tapará nada” y será clave para determinar responsabilidades.
¿Qué está en juego?
Credibilidad política: Al estallar en plena campaña legislativa, el caso erosiona la narrativa de “mano firme contra la corrupción” del Ejecutivo.
Fuerza institucional: La rapidez de la intervención y auditoría busca demostrar que el Estado responde con mecanismos de control ante irregularidades graves.
Dimensión judicial: Con el despliegue de allanamientos y denuncias, la causa podría derivar en procesos penales contra figuras de alto perfil.
Impacto simbólico: A nivel discursivo, los audios y sus relatos incrementan la percepción de que en Casa Rosada se consolidó un estilo de poder cerrado y opaco, opuesto al espíritu de renovación que pregonó Milesi.
Mientras los auditores repasan los contratos y la Justicia analiza los componentes incautados, el Gobierno se encuentra en una encrucijada para sostener su versión en medio del ruido político. El expediente de Spagnuolo pasó de ser un secreto oscuro a una mecha que prendió el tablero político nacional.