Una huésped bajó a buscar su auto en el estacionamiento de un reconocido establecimiento hotelero, pero ya no estaba. El valet se lo había entregado a un extraño sin verificar su identidad.
La escena parece de ficción, pero ocurrió en pleno centro porteño. Una mujer alojada en el tradicional Hotel Presidente, ubicado en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, descendió al estacionamiento para buscar su Chevrolet Agile y recibió una respuesta insólita: “Ya se lo llevaron”. Minutos después, confirmó lo que temía: un desconocido se había llevado su auto y el personal del hotel lo había entregado sin pedirle ni un documento.
El hecho sucedió en 2016, pero recién ahora la Justicia dejó firme la condena contra la empresa hotelera, que deberá indemnizar a la damnificada por el daño moral, material y la privación de uso del vehículo, aunque este apareció horas después.
El fallo de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, que ratificó la sentencia de primera instancia, consideró que el hotel actuó con “liviandad” y sin las mínimas medidas de control al entregar el vehículo. Los jueces subrayaron que el empleado del valet parking no conocía al supuesto “amigo” de la dueña, ni pidió acreditación, ni siquiera corroboró si tenía autorización para llevarse el auto.
El testimonio de Jorge Dell’Oro, empleado de la empresa, fue clave en el expediente. En su declaración explicó que los conductores dejan las llaves puestas en los autos y que, en ocasiones, otras personas las solicitan para retirar objetos o mover el vehículo. En este caso, un hombre de unos 30 años se acercó a las 16:30 y dijo: “Vengo a buscar el coche de María, la patente OMX”.
El valet asumió que era un conocido de la huésped, y sin más, le señaló el auto con las llaves puestas. Tres horas más tarde, cuando la dueña bajó al garaje, descubrió que el vehículo no estaba. Lo recuperaron luego, pero con faltantes.
La mujer inició una demanda contra el hotel por daño moral, daño punitivo y privación de uso. La Justicia le dio la razón y condenó al Hotel Presidente S.A. a pagar $345.481,20 más intereses, monto que fue confirmado por la Cámara. La empresa también apeló, alegando que el delincuente actuó por fuera de su responsabilidad, pero el tribunal desestimó esa línea de defensa.
Según el fallo, no se trató de un caso fortuito ni de un engaño complejo, sino de un acto negligente por parte del hotel. El tribunal dejó en claro que las empresas deben garantizar la seguridad de los bienes que se les confían. Y en este caso, el vehículo fue entregado a un tercero sin verificar su identidad ni su vínculo con la dueña, lo que constituye una falla grave en el servicio.
El uso de prácticas informales, justificadas por el personal como “costumbre” por la alta demanda, no exime de responsabilidad al hotel, indicaron los jueces.
Ahora, con la sentencia firme, el hotel deberá pagar la indemnización completa, y el caso sienta un precedente importante sobre