Asesinaron a balazos a Andrés “Pillín” Bracamonte, líder de la barra brava de Rosario Central


Fue asesinado junto a su mano derecha luego del partido disputado ayer por la noche entre en Canalla y San Lorenzo en las inmediaciones del estadio.

El jefe de la barra brava de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte, fue matado a balazos ayer por la tarde en Rosario. El suceso aconteció después del partido que disputó el Canalla contra San Lorenzo y tuvo lugar en las inmediaciones del estadio Gigante de Arroyito. Junto a Bracamonte, también perdió su vida producto del hecho de violencia quien fuera su mano derecha, Daniel “Rana” Attardo.

Los asesinatos de Bracamonte y Attardo se inscriben en una escalada violenta al interior de la barra de Rosario Central que, a su vez, se vincula a una interna entre facciones del narco local. Semanas atrás, el líder de la barra brava canalla ya había sufrido un ataque en el que recibió una herida de bala luego de que desconocidos le dispararan desde una moto en el Parque Alem. Este sábado, la suerte fue otra cuando lo volvieron a atacar, pero esta vez a quemarropa, mientras se trasladaba en una camioneta blanco junto a su ladero. Ambos fueron trasladados al Hospital Centenario en estado de gravedad pero no pudieron ser salvados.

En cuanto a las responsabilidades en el crimen, en la barra brava de Central sospechan de una banda de jóvenes del barrio 7 de Septiembre vinculada a un capo narco territorial en Rosario, quien a su vez es enemigo del cartel Los Monos. Ya durante el partido entre Rosario Central y San Lorenzo, en la barra se vivió un clima enrarecido. Quienes respondían a “Pillín” dejaron el centro de la bandea alta por unos minutos para enfrentarse con un grupo de jóvenes que serían los del barrio 7 de Septiembre.

Andrés “Pillín” Bracamonte lideró la barra brava de Central desde principio de los años dos mil hasta ayer. Su liderazgo, si bien polémico y opaco por sus vínculos y métodos basados en el apriete, puso fin a un periodo de violencia interna. Su método, que no implicaba el uso de violencia letal, llamó la atención del poder político local y provincial, ya que el ejercicio del poder informal de Bracamonte contrastaba con la violencia ascendente que comenzó a sacudir a la ciudad portuaria desde hace más de una década.

Sin embargo, el jefe de la barra canalla estuvo bajo la lupa de la Justicia por supuesto lavado de dinero, algo que se manifestó en una rápida movilidad social ascendente que lo llevó de tener una vida humilde en un barrio de clase trabajadora a vivir en un country y tener varias propiedades además de un auto de alta gama BMW y otros vehículos que usó como flota de taxis. Esta particularidad también se relaciona con su vínculo estrecho con Los Monos.


Compartilo con tus amigos!