El informe del Centre of Global Development (CGD) menciona al déficit fiscal, las deudas con órganos multilaterales y la alta inflación como principales motivos.
Un reciente informe del Centre of Global Development (CGD) ubicó a Argentina como el segundo país menos preparado para afrontar una crisis global.
El estudio, basado en datos proporcionados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial y gobiernos locales, destaca el déficit fiscal, las deudas con organismos multilaterales y la alta inflación como las principales razones detrás de esta clasificación.
Argentina se encuentra en el segundo lugar de los países más vulnerables en caso de que empeoren las condiciones financieras a nivel global. Mientras que el primer puesto lo ocupa Sri Lanka, seguido por Túnez en tercer lugar. A su vez, Pakistán y Bolivia completan los puestos cuarto y quinto en la lista.
La muestra incluyó a 37 países y también marca la comparativa con el mismo informe realizado en 2019.
Sri Lanka lidera el ranking después de enfrentar una grave escasez de dólares que la llevó a su peor crisis financiera desde su independencia de Gran Bretaña en 1948, lo que resultó en su primer incumplimiento de la deuda externa en mayo de 2022.
“Argentina, Túnez y Sri Lanka (junto con Turquía) también comparten el dudoso honor de tener los índices más altos de necesidades de financiamiento externo entre los países de la muestra. En estos cuatro países, es difícil imaginar un retorno a la prosperidad sin una importante relajación de la carga de la deuda”, afirma el informe.
Comparado con el informe de 2019, Argentina ha mejorado una posición en el ranking, ya que en ese año ocupaba el primer lugar. Sin embargo, este año mejoró un escalón debido a la grave crisis que sufrió Sri Lanka durante los últimos años
Al comparar los países emergentes y las economías en desarrollo con relación a 2019, el CGD asegura que la situación global se ha deteriorado en comparación con hace cuatro años.
Por ejemplo, en 2019, solo cuatro países (Argentina, Túnez, Pakistán y Sri Lanka) necesitaban financiamiento externo que superara el 100%. Sin embargo, en 2023, esta cifra se ha triplicado: ahora son 12 de los 37 países evaluados.
Adicionalmente, cerca del 60% de los países en el estudio tienen déficits fiscales superiores al 4% en 2023, casi el doble que en 2019. La proporción de países que superan el umbral del 60% de relación entre la deuda pública y el Producto Bruto Interno también ha aumentado drásticamente del 30% en 2019 al 54% en 2023, en línea con mayores déficits fiscales.
“Las cicatrices de los shocks de 2020-2022 que comenzaron con la pandemia de Covid y los múltiples shocks posteriores, como la guerra de Rusia contra Ucrania y los aumentos de las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos, son profundas y han debilitado las condiciones económicas y financieras de los mercados emergentes”, escribió en el informe la economista Liliana Rojas-Suárez.
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